Todo comienza
con la relatividad cultural, es decir, la concepción del mundo y el momento
estilístico como contenido espiritual de un momento dado, dando como resultado
una teoría estética de las representaciones. El análisis que propone Erwin Panofsky consta de tres pasos: el primero
es la descripción pre-iconográfica, significación primaria o natural, donde se
encuentran los datos fácticos (hechos y descripciones), y los datos expresivos
(actitudes y expresiones); estos serán los motivos artísticos teniendo como
consecuencia una experiencia práctica de la capacidad perceptiva de un tiempo y
una cultura dada. El segundo paso es el análisis iconográfico: es el escalón descriptivo
donde se identifican las imágenes históricas o alegorías, es la clasificación
de las imágenes dentro de una familiaridad o conceptos específicos; son
significaciones convencionales. Por último esta el análisis iconológico donde se le dota de
significación y contenido al procedimiento técnico, rasgos de estilo y
composición, desde una mentalidad colectiva matizada por una personalidad.
Sobre la obra a analizar, es de Jeff Burton (fotógrafo nacido en 1963 3n California); a continuación un fragmento sobre el trabajo de Burton:
“La fotografía de Jeff Burton elude a esa magia que caracterizaba la estética de la pornografía en lo años 70, antes de convertirse en una de las industrias más potentes del planeta.
Símbolo de la época de la liberación sexual y de falsas pretensiones púdicas, este género revolucionó nuestra mirada, no sólo con respecto a la sexualidad, si no también en cuanto a las posibilidades del celuloide. Mientras las grandes producciones de cine no se permitían ningún tipo de desviación de su fórmula de éxito, la pornografía, un género puramente underground, representaba un mundo lleno de posibilidades y de experimentación.
Y es aquí donde se sitúa el trabajo de Burton, rascando sobre la superficie de este género de mala fama hasta encontrar en sus vísceras algo de ese potencial creativo que se echó a perder con su industrialización.
Sin recurrir al lado más crudo y explícito del porno, Burton permite que éste, entre un interesante diálogo con el arte y la moda. Así los cuerpos desnudos dibujan las más abstractas formas, que dejan el resto a la imaginación colectiva.” (http://itfashion.com/?p=5426, Diciembre 2010)
Símbolo de la época de la liberación sexual y de falsas pretensiones púdicas, este género revolucionó nuestra mirada, no sólo con respecto a la sexualidad, si no también en cuanto a las posibilidades del celuloide. Mientras las grandes producciones de cine no se permitían ningún tipo de desviación de su fórmula de éxito, la pornografía, un género puramente underground, representaba un mundo lleno de posibilidades y de experimentación.
Y es aquí donde se sitúa el trabajo de Burton, rascando sobre la superficie de este género de mala fama hasta encontrar en sus vísceras algo de ese potencial creativo que se echó a perder con su industrialización.
Sin recurrir al lado más crudo y explícito del porno, Burton permite que éste, entre un interesante diálogo con el arte y la moda. Así los cuerpos desnudos dibujan las más abstractas formas, que dejan el resto a la imaginación colectiva.” (http://itfashion.com/?p=5426, Diciembre 2010)
Ya dentro del análisis, en el
paso pre-iconográfico; es una escena en una pool
party, donde hay tres personajes (hombres). De primera vista me ha remitido
a lo dionisiaco: donde no hay
límites, el éxtasis arrebatado; después
me remitió a la cerámica griega en particular el periodo geométrico tardío:
donde el fondo es tratado en color claro, la decoración es continua y lineal,
los cuerpos son representados de manera geométrica (triangular) a excepción de
las pantorrillas que son representadas como protuberancias.
En
el segundo paso, el iconográfico, he hallado familiaridad con el homoerotismo
mitológico de Jacinto: Según el mito Jacinto era un hermoso joven amado por el dios Apolo. Él y su amante estaban jugando a lanzarse el disco el uno al otro, cuando Apolo para demostrar su poder e impresionar a Jacinto lo lanzó con todas sus fuerzas. Jacinto, para a su vez impresionar a Apolo, intentó atraparlo, fue golpeado por el disco y cayó muerto. Otra versión del mito añade que el responsable de la muerte de Jacinto fue el dios del viento Céfiro. La belleza del muchacho provocó una disputa amorosa entre Céfiro y Apolo. Celoso de que Jacinto hubiese preferido el amor de Apolo, Céfiro desvió el disco con la intención de herir y matar a Jacinto. Sin embargo, mientras agonizaba, Apolo no permitió que Hades, el dios de los muertos, reclamara al muchacho; de la sangre derramada del joven hizo brotar una flor, el jacinto. Según la versión de Ovidio, las lágrimas de Apolo cayeron sobre los pétalos de la flor y la convirtieron en una señal de luto. En otras variaciones Céfiro tiene una forma física y en castigo Apolo lo convierte en viento para que no dañe a nadie más; donde
Apolo y Jacinto son representados por la pareja de hombres blancos y Céfiro es
el hombre de piel negra que esta en el fondo de la escena.
También me remitió
con el mito de Ganimedes: Ganimedes fue secuestrado por Zeus en el monte Ida de Frigia, lugar de más de una leyenda sobre la historia mítica de Troya. Ganimedes pasaba allí el tiempo de exilio al que muchos héroes se sometían en su juventud, cuidando un rebaño de ovejas o, alternativamente, la parte rústica o ctónica de su educación, junto con sus amigos y tutores. Zeus lo vio, se enamoró de él casi instantáneamente, y enviando un águila o transformándose él mismo en una lo llevó al monte Olimpo; aquí
Zeus es el hombre que hace la acción y Ganimedes es el sometido, si lo vemos
desde la cuestión social: someter analmente a alguien, es muestra de poder, en
este caso Zeus es el que somete
Por último, por el reflejo del vidrio, me hace
pensar en el mito de Narciso, la versión helénica; en la historia helénica el joven Ameinias ama a Narciso pero es rechazado cruelmente por él, como una forma de burlarse de Ameinias, Narciso le entrega una espada, que Ameinias utiliza para suicidarse ante las puertas de la casa de Narciso, mientras reza a la diosa Némesis pidiéndole que Narciso un día conozca el dolor del amor no correspondido. Esta maldición se cumple cuando Narciso se enamora de su propia imagen reflejada en un estanque e intenta seducir al hermoso joven sin darse cuenta de que se trata de él mismo hasta que intenta besarlo, entristecido de dolor, Narciso se suicida con su espada y su cuerpo se convierte en una flor; en la fotografía Ameinias es el hombre de piel negra que esta en el fondo, y Narciso es el
hombre que somete, pues es el único que puede observar su reflejo completo en
el vidrio.
Por
último esta el análisis iconológico que es la significación y contenido
colectivo, preferí unirlo con el método de Ernst Gombrich: la representación de la imagen artística como lenguaje a las reacciones del mundo, creando una significación del concepto en un momento y cultura dada; signos formales que solo tienen sentido para quien va dirigida la obra, esto es el relativismo cultural.; esta
imagen tiene de referente visual la obra de Thomas Eakins, Eugène Jansson,
Henrry Scott Tuke y de Magnus Enckell. En relación al método de Gombrich, es
más que obvio a que tipo de público esta dirigida.
* Este ensayo fue escrito en el año 2010 como trabajo parcial de la asignatura Análisis I a cargo del Profe. Gerardo Medrano en la UNAM/ENAP
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