jueves, 26 de marzo de 2015

Una ética de la no violencia.


Una ética de la no violencia:
¿necesidad humana o sueño irreal?
Diálogo entre
Mohandas Gandhi y Pedro Lemebel.

RESUMEN.

Este ensayo tiene como objetivo hacer un estudio horizontal entre el pensamiento de la no violencia de Gandhi y el “Manifiesto (Hablo por mi diferencia” de Pedro Lemebel; dicho estudio se hará a partir de entender la no violencia como lucha política, y sus posibles similitudes con el “Manifiesto”.

Palabras clave: Decolonial, Cuir, Ética, Política.

Introducción.

Me interesé por la ética de la no violencia por ser un tema tan recurrente en el pensamiento <<cuir>> situado desde el pensamiento chicano y reflexiones latinoamericanas. Al leer a Gandhi encontraba fuertes paralelismos con el pensamiento cuir, pues es algo que se ha estado discutiendo recientemente; se quiere desligar del yugo anglo y voltear a ver las posibilidades que el pensamiento decolonial nos ofrece. Para poder abordar el tema, decidí generar un diálogo, más que una discusión, entre Pedro Lemebel y Mohandas Gandhi; seleccioné el párrafo más fuerte, políticamente hablando, del “Manifiesto (Hablo por mi diferencia” (Lemebel) y reflexioné línea por línea desde diferentes notas  de Gandhi, que tienen como eje central el amor como oposición a la injusticia. La pregunta que desarrollo es: ¿por qué el culo en lugar de la mejilla?; de esta forma logro una comunicación horizontal entre Gandhi y Lemebel.

Gandhi como yegua del Apocalipsis.

Pedro Lemebel[1], la yegua abyecta[2], escribía en 1986 el “Manifiesto (Hablo por mi diferencia)” , donde expone su rostro, su ser y su diferencia en el espacio público y en el terreno político; el trabajo literario de esta marica irredenta fue darle voz a toda esa gente víctima de la violencia laboral y esclavas del trabajo sexual, pero sobre todo, sacó a la luz la experiencia de la fiesta mortal del sida en Chile. En el “Manifiesto” se puede ver a un Pedro que vive la vida y acepta al mundo sin esperar nada de éste; sin embargo, nos habla de una <<hombría pasiva>>, es decir, de una masculinidad rabiosa:

Mi hombría fue morderme las burlas
Comer rabia para no matar a todo el mundo
Mi hombría es aceptarme diferente
Ser cobarde es mucho más duro
Yo no pongo la otra mejilla
Pongo el culo compañero [3]

Aguantar la burla y reír frente al enemigo, es fraternizar con él; comer rabia para no matar, fue afirmarse no violento, dice Gandhi al respecto: “Si afirmamos que somos no violentos, se espera de nosotros que no nos enfurezcamos con quienes nos han injuriado. No les haremos daño …”[4]; aceptarse diferente fue para Lemebel su condición dinámica, o bien, “el sufrimiento consciente”  que plantea Gandhi, como el oponerse a la opresión del tirano. En otro verso del “Manifiesto”, Lemebel explica las diferencias entre la hombría marica y la hombría militar. La primera se aprende en las calles, en la noche, en lo barroco del travesti y en la teatralización del sobrenombre; la segunda se mete por el culo a patadas por los militares que joden a matar.

            Sobre el ser cobarde, era un tema intocable para Lemebel, ya que no creía en esta postura, para él, el salir a la calle era poner un cuestionar el espacio público y político desde el cuerpo marica/abyecto.  Para Gandhi la cobardía no tiene lugar en su ética de la no violencia, ve en la cobardía lo contrario a la fuerza, la cual se caracteriza por ser un impulso indomable; el cobarde no será capaz de defenderse a sí mismo ni a los suyos. La no violencia sólo es posible si eres intrépido y constante en la lucha, aspectos que se pueden apreciar en el trabajo performático y literario de Lemebel; justo como se puede apreciar en la siguiente nota:

El año 1989 las Yeguas del Apocalipsis, intervinieron en el Teatro Cariola la presentación de las políticas culturales que el gobierno de Patricio Aylwin promovería en su futuro gobierno. El encuentro con el candidato a la presidencia de los partidos de la Concertación, en el contexto del retorno a la democracia en Chile, se tituló “Encuentro de Aylwin con los Artistas”. Entre los asistentes se encontraban los más importantes políticos e intelectuales del país: Carlos Martínez Sotomayor, Enrique Silva Cimma, Ricardo Lagos, Nemesio Antúnez y Radomiro Tomic, entre otros. Las Yeguas del Apocalipsis travestidos de abrigos y corsé se subieron al escenario totalmente fuera de programa. Interrumpieron el discurso de la actriz y premio nacional Ana González y desplegaron un lienzo con la consigna: “HOMOSEXUALES POR EL CAMBIO”. Pedro Lemebel, recuerda los hechos en una entrevista del año 2006: “Llegamos con impermeables, nos pusimos los tacos y las plumas rápido y extendimos un lienzo que decía: “Homosexuales por el cambio”. Fueron algo así como tres minutos. En un momento hubo un silencio generalizado. Y repentinamente algún amigo nuestro empezó a aplaudir, y luego aplaudió Aylwin. Nos bajamos y nos echaron a patadas. Recuerdo que Mariana Aylwin, hija de Patricio, nos dijo: ¿Porqué le hicieron esto a mi papá? Ahora la derecha va a decir que mi papá apoya a los homosexuales. Al bajar del escenario Pedro Lemebel besó en la boca al candidato a senador del Partido por la Democracia y futuro Presidente de Chile, Ricardo Lagos.[5]




Conclusión.

Finalmente, me gustaría concluir con las últimas dos líneas del “Manifiesto” que cité más arriba: “Yo no pongo la otra mejilla. Pongo el culo compañero”[6] , poner el culo y no la mejilla, podría parecer confuso, pues Gandhi nos enseña que la no violencia es aprender a poner siempre la otra mejilla como sufrimiento en espera del bien supremo; empero, poner el culo no significa sumisión ni fuerza armada, al contrario, es poner el cuerpo para: “…desafiar el poder de un imperio injusto…poner los cimientos para la caída de ese imperio y su regeneración… (es reconocer que se) tiene un alma que no puede perecer y que es capaz de elevarse triunfalmente sobre toda debilidad física, y que desafiaría la amenaza violenta del mundo entero.”[7] Veo la postura de la no violencia una necesidad humana que nos induzca al orden de los unos con los otros, sin embargo, estar a favor de la no violencia podría ponerme en  posición de desventaja; es así, que poner el culo, es estar en espera del insulto que funda al machismo y al racismo, desafiando a toda política e invitarlos a que nos den por el culo.



Bibliografía.

GANDHI, Mohandas, “La doctrina de la espada”, en Política de la no violencia, 2ª edición, Ed. Diario Público, España, 2010, pp. 43-48.

______________________, “El amor de opone a la injusticia”, en Mi religión, Ed. Sal Terrae, España, 2007, pp.
110-134.

LEMEBEL, Pedro, “Manifiesto (Hablo por mi diferencia)”, en Loco afán. Crónicas de Sidario, 2ª edición, Ed. LOM, Chile, 1997, pp. 83-90.

SÁEZ. Javier y Sejo Carrascosa, Por el culo. Políticas anales, Ed. Triangulín, España, 2011, 342 pp.

Ensayo elaborado para la materia "Problemas de Filosofía de la Historia y las Ciencias Sociales (Filosofía DEcolonial)" Semestre 2015-2 FFyL-UNAM. 


[1] Pedro Lemebel (1952-2015) fue escritor, cronista y artista plástico marica chileno.
[2] Se hace referencia a “Las yeguas del Apocalipsis”, colectivo artístico formado por Lemebel y Francisco Casas.
[3] LEMEBEL, P, “Manifiesto (Hablo…)”, p. 88.
[4] GANDHI, M, “El amor se…”, p. 113.
[6] LEMEBEL, P, Idem.
[7] GANDHI, M, “La doctrina de…”, p. 46.