jueves, 18 de octubre de 2012

Cuerpo transexuado. El Discurso de la Jotería


Uno de los problemas que el siglo XX planteó fue si el cuerpo humano seguía siendo una forma biológica adecuada, actualmente el cuerpo sexuado se ha visto en un nuevo destino artificial de plasticidad, la transexualidad, como un artificio gestual, quirúrgico o semiúrgico, convirtiendo al cuerpo en prótesis donde todos somos simbólicamente transexuales, poniendo fin a la naturaleza que legitima los sexos de los cuerpos; convirtiéndolos en cuerpos hablantes que deconstruyen la naturaleza de las prácticas sexuales y del género.

Estos cuerpo abyectos toman por vez primera la palabra y reclaman su propia identidad, de aquí la idea de utilizar la palabra “Jotería” como calificativo  abyecto que tiene la necesidad de reivindicarse a partir de un nuevo discurso histórico y político; la figura del drag queen dentro del “Discurso de la Jotería” se presenta como un iconoclasta que rompe con las convenciones heterocentradas desde una aferrada pasión por la diferencia.

Dentro de mi fotografía utilizo el cuerpo como lugar y medio para la expresión artística y como herramienta para la política de la experiencia; recurro a la fotografía documental como una fotografía que trasciende más allá de su referente con la finalidad de provocar políticamente respecto al tema, busco que la identificación vaya más allá de la imagen y se de con relación al reconocimiento que el espectador hace de la humanidad del Otro.

Benjamín José Manuel Martínez Castañeda
Ciudad de México
Primavera 2012

Oscar Morales, de la serie "El Discurso de la Jotería", fotografía digital, México 2010


Carlos Bieletto, de la serie "El Discurso de la Jotería", fotografía digital, México 2010


Roberto Cabral, de la serie "El Discurso de la Jotería", fotografía digital, México 2012


Oswaldo Calderón, de la serie "El Discurso de la Jotería", fotografía digital, México 2012


Cristo Vampiro, de la serie "El Discurso de la Jotería", fotografía digital, México 2011

*Todas las fotografías son propiedad intelectual de Benjamín Martínez Castañeda

sábado, 6 de octubre de 2012

La era post-humana *

Mientras somos niños, para divertirnos nos inventamos nombres, apariencias y alteramos nuestra realidad para generarnos un mundo imaginario, un mundo feliz. Pero qué tan lejos puede llegar la imaginación del niño, que ahora el hombre adulto ha llegado a realizar semejantes aberraciones, modificando y alterando la condición humana; llevándonos a vivir la utopía de Un mundo feliz, como  una nueva era: La Era Post-humana.      

El primer escalón en el que reposa la era post-humana, es la cibercultura; que es vista como una culturade la computadora para la comunicación y el entretenimiento; es una nueva tecnología de la información generando nuevos desarrollos sociales, económicos y políticos, formulando un nuevo lenguaje universal: El lenguaje de lo digital. Dicho lenguaje digital tiene tres vertientes: 

Interactividad, que es la relación entre la persona y el entorno digital (software) siendo definido por el hardware (todo lo tangible de la computadora) que conectará al individuo y al software; Hipertextualidad y conectividad: es el acceso interactivo a cualquier cosa desde cualquier parte, potenciado por la tecnología (internet). Este modo de vida digital ha fortalecido la estrategia de hiperrealidad construida por el capitalismo hedonista e hiperconsumista, creando nuevas interacciones humanas a través del internet desarrollando avatares (representación gráfica, generalmente humana, que se asocia a un usuario para su identificación) y el culto a la doble personalidad, es el uso de un avatar para dar personalidad a un usuario en juegos y metáforas virtuales como la pornografía y las redes sociales.


La hiperrealidad como motor de realidades alternas y/o paralelas que nos permite ensimismarnos y hacernos olvidar lo real por un instante, en este punto las redes sociales juegan un papel muy importante, pues se encargan de diseñar lugares de interacción virtual en el que millones de personas del mundo se conectan con diversos intereses en común. El juego hiperreal se genera en el momento en el que las redes nos permiten diseñar perfiles o identidades alternas a nuestra imagen de carne y hueso, cambiando nombre, sexo, ubicación, peso, tez, etcétera; somos nosotros mismos jugando un papel diferente, viviendo una ilusión, teniendo una experiencia hiperreal.


El cuerpo siempre ha sido un elemento de provocación moral y política, en el cual se practican las nuevas tecnologías y nuevas estructuras del pensamiento logrando seducir la identidad del hombre en la cultura contemporánea, superando las diferencias y limitaciones de los sexos. La transexualidad es vista como una variación de la conducta sexual… un problema de género y más específicamente de identidad de género (MEJÍA, 2005), es una persona que se siente dentro de un cuerpo de otro género; el que decide cambiar de sexo se reintroduce, socialmente hablando, en un juego de comportamiento: juega a representar a un hombre o a una mujer.


Nan Goldin (artista) considera a los travestidos, transexuales y homosexuales, no como orientación sexual, sino como un rol de género, un tercer género. Goldin dice que este género se basa en experimentar las alternativas del ser humano como un acto de autonomía. Lo transexual es un artificio, ya sea cambiando el sexo o aprendiendo el rol, pues utiliza al cuerpo como una pantalla que refleja nuestro narcisismo: idolatría del cuerpo joven y el rechazo a la vejez (MEJÍA, 2005); el transexual esta en la búsqueda de un look que cubra una extraversión.


Por otro lado, lo post-humano se refiere a la mezcla de lo orgánico con lo industrial, la relación entre el cuerpo y todo tipo de fragmentos artificiales que constituyen un cuerpo de recambio, un organismo cibernético: un cyborg (MEJÍA, 2005); cualquier persona con marcapasos, una prótesis, cirugía plástica, podría definirse como post-humano. El cuerpo post-humano es algo que se esta gestando a la par con los avances de la biotecnología. La naturaleza del cuerpo humano, ha sido adulterada por artefactos que complementan lo que le falta al cuerpo o suplen órganos, da como resultado un cuerpo intervenido tecnológicamente, tecnología que ha conquistado el interior del cuerpo haciendo una mezcla de lo natural con lo artificial; creando así cuerpos prostéticos, cuerpos modificables, reintegrándolos al discurso de la funcionalidad y adaptable a una estetización. 

Como consecuencia de la evidente estetización, nos encontramos ante un cuerpo procesual, un cuerpo dentro del espectáculo de la apariencia siendo identificable con la fantasía; es parecer lo que se quiere parece, o ser quien se quiere ser: es buscar tener el control pleno de su imagen hasta modelarla a la medida de sus obsesiones (MEJÍA, 2005); es un cambio de identidad física y psicológica, es un re-diseño del sujeto.

El cuerpo post-humano es una consecuencia de los avances tecnológicos, el hombre se ha fusionado con los artefactos y las máquinas: se ha robotizado. La tecnología es vista como la prolongación de lo humano pues las partes del cuerpo se ven como piezas intercambiables elementos electromecánicos o electrónicos; ahora las máquinas están integradas a cuerpo dando como resultado un cyborg. Así pues, nos encontramos con un cuerpo herido por la tecnología convertido en un cuerpo virtual que ha transformado las investigaciones de género, sexualidad e identidad, porque de alguna manera el cyborg es una realización del deseo humano por ver en una sola entidad la mezcla de la fuerza sobrehumana dentro de una imagen asexuada.




Estamos en una etapa de superación total del cuerpo humano,un cuerpo desmaterializado, un cuerpo digital que sobrepasa los  límites biológicos que construye nuevos seres humanos si medir las consecuencias; estamos en una fase denominada transhumanismo  que nos da la posibilidad de alterar la condición humana por medio de la tecnología, creando un cuerpo post-humano, post-biológico, que nos conducirá a la conquista de la vida eterna. 



BIBLIOGRAFÍA:
1. BARES, Mauricio, Posthumano. La vida después del hombre, México, Almadia, 2007, 157 pp.
2. LIPOVETSKY, Gilles, La era del vacío, España, Anagrama, 2010, 220 pp.
3. MEJÍA, Iván, El cuerpo post-humano en el arte y la cultura contemporánea, México, UNAM, ENAP, 2005, 162 pp.

*Este texto fue escrito en Mayo de 2010 para la Revista MID-ART, Revista digital de arte y tecnología, No. 1 http://issuu.com/midart/docs/mid_art_mag1












miércoles, 29 de agosto de 2012

El cuerpo enfermo (2010)


El cuerpo en el arte contemporáneo se encarga de representar lo humano en todas sus fases, expresar la totalidad y las múltiples facetas de la condición humana: lo obsceno, lo fragmentado, lo abyecto, lo doloroso, etc. El cuerpo es lo que somos, lo que nos limita y lo que nos define, el cuerpo es un lenguaje; lenguaje de lo artificial y lo simulado, característico de una sociedad de las apariencias y del hiperconsumo, con una característica interesante: lo que se muestra siempre es real.

¿El cuerpo se podría definir como objeto al servicio del hombre o como carne y huesos al servicio de la razón? El cuerpo es un objeto subyugado a cambios inquietantes, un cuerpo enfermizo; cuerpo abyecto, que incuba tumores en silencio, reclama drogas, propaga virus y traiciona al alma negándose a continuar vivo indefinidamente.

Es en este momento del cuerpo enfermo, en el que e individuo  se da cuenta de su fragilidad, es el temor de ver en peligro su seguridad y su idea del hombre indivisible mediante la fragmentación y la descomposición. El hombre no es un mecanismo, tampoco es la suma de órganos de buen funcionamiento; el hombre no posee un cuerpo, él es un cuerpo.
            
En base a estas tres ideas: el cuerpo como lenguaje, el cuerpo procesual y el cuerpo enfermo, se centra mi trabajo de investigación teórica y visual utilizando al cuerpo como un objeto comunicante, ¿qué comunica?, comunica un cuerpo degradado y la inestabilidad de la sociedad contemporánea por medio de un cuerpo abyecto, un cuerpo enfermo que viene a sacarnos de la hiperrealidad en la que vivimos, solo por un instante; un cuerpo enfermo que sometido a la medicina entrará en un estado procesual y de renovación: un re-diseño del ser humano.














La línea bidimensional (2009)


La metafísica estudia el origen del hombre y del mundo, y ésta empieza dónde termina la ciencia, es decir: dónde surge el "caos", que se ve como una amenaza para las criaturas. Basándonos en El Caos Determinista, que cataloga al desorden como delincuente que viola las leyes de la naturaleza que genera confusión del estado ideal,  Platón concibe el estado ideal como "el todo en su lugar", es decir: como la racionalización del mundo "Demiurgo" por medio de estructuras racionales más no puede ser instaurado absolutamente en lo material, esto es, que todo es en círculos; sin embargo Platón lo jerarquiza en tres niveles: ideas, orden y caos. En idea se encuentran los modelos ideales de todas las cosas, pero en medio del orden y el caos se encuentra nuestro mundo idealmente ordenado que obedece a las leyes deterministas que no esta exento de ser aleatorio.

Ejemplificaré dicha teoría del caos con ejerecicios de línea, pero ¿qué es una línea? Bueno, es un elemento secundario, se define como la alteración completadel completo reposo del punto, ejercida por direcciones y tensiones, existen dos tipos de líneas: recta y diagonal. Dentro de la recta encontramos la horizontal como el eje donde se desplaza del hombre; la vertical como un ángulo recto y la inclinada como el movimiento infinito. Pero no es sino hasta éste punto dónde podemos hacer comparaciones entre el caos y la línea diagonal. La diagonal se divide en pura y rectas libres, las que desarrollo son las rectas libres, éstas pueden ser céntricas o acéntricas. Las rectas libres acéntricas se establecen con cierto paralelismo causando efecto alterno, ejem. Tenemos dos puntos alternos y se unen con dos líneas opuestas que chocan y forman una quebrada. Existen también las rectas libres simultáneas, en ella existe temporalidad y sus fuerzas son separadas, ejem. Tenemos dos puntos simultáneos y se unen por segmentos libres, generando así una curva; con ello se denota calidez y dramatismo.

Ahora si, ¿cómo es que se pueden unir las definiciones dadas? Imagina ahora una línea recta en movimiento rectilíneo uniforme y en algún momento de su trayectoria se altera o interrumpe con alguna fuerza desviando su dirección y velocidad y esto se repitirá equis número de veces. En resumen, el orden que llevaba la línea se altera con una fuerza, la línea pierde su estructura original (nivel de idea: idealmente ordenado), dejó de obedecer a las leyes deterministas y se volvio aleatoria; esto es la ejemplicación del Caos Determinista de Platón. De esta forma es como aplico la línea en mis dibujos.










Revalorando las vanguardias (2008)


El arte es la manera de hacer una cosa según las reglas, pero cuando nos ponemos a hablar de arte entendemos las bellas artes como pintura, escultura, grabado, arquitectura, artes decorativas y música. Hoy en día todo el mundo se cree capaz de juzgar al primer golpe de vista y definitivamente cualquier cuadro, pero no se le ocurre a casi nadie la idea de que el arte es un lenguaje en sí, lenguaje constituido por signos que poseen una carga cultural, signos alegóricos que son fatalmente incomprensibles para quien no ha aprendido a leerlos. El lenguaje es una manipulación de los datos sensoriales que transforma a éstos en objetos culturales. Las artes plásticas, por ser un lenguaje, son el término, la resultante de todo un sistema de signos que constituyen un repertorio; el valor de los signos plásticos se modifica en el decurso de los siglos. Los lenguajes artísticos sólo sirven porque informan sobre los datos de una sociedad, en un lugar preciso y en un tiempo delimitado, por eso el arte es la esencia misma de lo humano y encarna la experiencia del hombre, el arte simboliza el espíritu del hombre y le ayuda a conseguir sus objetivos.          

Partiendo de la premisa de que el arte es un lenguaje, ¿cuál es el lenguaje de las vanguardias? Si partimos de un concepto universalista de vanguardia corremos el riesgo de acabar encajando en el molde de una abstracción intelectual prediseñada, una colección de objetos, lenguajes, actitudes, ideas dispares intencionalmente elegidos y artificiosamente engranados entre sí. Pero las vanguardias no se han instrumentado sólo desde el territorio formal y sus principios, sino que han revelado su capacidad de erigirse desde todos los órdenes que afectan al hecho artístico en sí y de enfocarse hacia el inmediato marco de referencias contextuales en que éstas se mueven. 

El artista de vanguardia optó por ser de nuevo un profeta y demiurgo, conductor del diseño de un alma colectiva o conciencia implacable de sus debilidades y apetitos falsificadores. Cuando arrancaron las primeras vanguardias del siglo XX, la intervención sobre la definición social y vital del artista formaría ya una vertiente indisociable en la voluntad de construir proyectos teóricos.             En torno al Fauviso, Cubismo o Expresionismo, la figura del artista ha seguido la proyección del pensamiento de Cézanne que habla de que “El arte es una armonía paralela a la naturaleza. El artista es paralelo a la naturaleza”; depositarios de una misión universal por la que deben alumbrar un universo autónomo, susceptible de establecer innumerables puentes de ida y vuelta hacia las distintas facetas de la realidad y la imaginación. El artista del Futurismo es un agitador que, simultáneamente, construye una poética, la legitima bajo un armazón teórico e intenta socavar el espacio necesario en la conciencia colectiva para hacerla vigente. El dadaísta actúa de manera similar pero por reversión de imágenes, ya que su poética es presentada como destrucción de los principios poéticos, su teoría como “antiteoría” y su agitación como provocación corruptora del estado de las cosas. En las vanguardias soviéticas, el artista funciona bajo el propósito de catalizador, abanderado, o médium de un procesorevolucionario general convencido de expresar y dar forma a sus dimensiones profundas o modelando la utópica condición cultural en que dicho proceso ha de desembocar. Los miembros de la Bauhaus o del Neoplasticismo añadieron una vertiente pedagógica a la que tampoco estaban siendo ajenas, desde diversos presupuestos, las vanguardias soviéticas. El artista del surrealismo va a contar con nuevos modelos antagónicos que se están revelando dominantes en ciertos núcleos del mundo que le es contemporáneo: el artista-burócrata segregado por los totalitarismos fascistas y nazis y el que resulta del proceso de desactivación de las vanguardias soviéticas por el estalinismo.         

A mediados de los años veinte, las vanguardias han desplazado ya de su hegemonía al viejo arte académico, en un largo proceso de confrontación donde el despliegue de la cultura de comunicación de masas ha desempeñado un papel indirecto pero trascendental. Las operaciones sobre el lenguaje visual, sobre su estructura de cimentación teórica o sobre las alternativas a las relaciones arte-sociedad se realizan desde plataformas tipificadas para la mayoría de los aspectos genéricos que encuadran la condición vital segregada por el propósito del artista. La transmisión de las vanguardias a los diversos núcleos periféricos de Europa y América incluye también la transmisión de esta variada tipología en que ha derivado la figura del artista.








viernes, 25 de mayo de 2012

El cuerpo en el arte contemporáneo. ¿Es el hombre la medida de todas las coas?


La pregunta se plantea en el hombre pero el problema deviene del cuerpo al ser un medio entre el hombre y su entorno, y en relación a su concepción en un tiempo y espacio dados, se fijarán ideas sociales que representarán a una sociedad; el cuerpo es un organismo en constante diálogo con el mundo, pues se le aprecia inmerso en un mundo de personas y cosas que actúan sobre él y a las cuales reacciona. Mi cuerpo no es sólo un cuerpo; es órgano de percepciones y de iniciativas motrices; es la sede de mis experiencias, de todas mis experiencias.

Hesíodo hace un cuadro sobre las cinco edades de los hombres, en primer lugar está la creación de los dioses a partir del caos, y en el último escalón se encuentra la formación del hombre, dando como resultado el hombre a imagen y semejanza de las divinidades; si nos centramos en la sociedad del espectáculo, en particular el imperio de la cirugía plástica y en las estrellas de televisión, en dichas estrellas de la TV encontramos a las divinidades que Hesíodo menciona y en la cirugía plástica las edades de los hombres, que los simples mortales tenemos como medio para lograr la imagen y semejanza a nuestra estrella favorita de la TV.

Con Jenófanes encontramos que los dioses son formas de representación idealizadas por los hombres y relativas a sus propias características físicas y morales; que no nos sea extraño que una de las estrategias de la religión católica para entrar a Oriente ha sido los diferentes tratamientos a la imagen de Jesús, puede ser con ojos rasgados, piel amarilla o negra, cabello lacio o rizado y el grado de maltrato físico dependerá de las costumbres del lugar.

Protágoras dice que si todo cambia, no habrá una verdad absoluta pues ésta cambia conforme cambie el mundo y que cada individuo humano es un ojo abierto al mundo: Todo lo que este ojo ve como existente, existe. Todo lo que este ojo deja de ver es inexistente, el mundo está hecho a la medida de quien lo contempla y que quien contempla al mundo lo esta inventando al mismo tiempo;  éste ha sido el motor de la condición humana de todos los tiempos, pues en ella existe una necesidad y en ella está la invención, o mejor dicho, la solución a sus necesidades.

Tomemos en cuenta el trabajo de Vito Acconci, quien pretende definir su cuerpo en el espacio como su cuerpo como espacio, al convertirlo en lugar sobre el que se pueden interpretar y medir diferentes tipos de sensaciones; ya no se presenta como ser humano, sino como un objeto. Esto es un ejemplo de la contemporaneidad de la doctrina de Protágoras; Acconci parte del cuerpo como receptáculo de sensaciones (políticas, físicas, económicas, sociales, etc.), y el hombre, como motor entre alma y cuerpo, tendrá la tarea de ajustar sus circunstancias espaciales en respuesta a las sensaciones anteriores, en el caso de Acconci dicho ajuste será a partir de la transformación física en respuesta a una necesidad psicológica; y así poder decir que el hombre inventa y reajusta el mundo en respuesta a sus aconteceres.   

El primero en plantearse la pregunta ¿Qué es el hombre?, fue Kant más nunca llegó a una respuesta; sus conclusiones fueron varias, una de ellas es que el espacio y el tiempo no son más que las formas en que ocurre necesariamente mi intuición humana de lo que es, no son inherentes al mundo sino a la índole de mis sentidos, esto quiere decir que el mundo se nos presenta como fenómeno cuya existencia tiene lugar únicamente en la experiencia; es decir que el fenómeno se encuentra en el mundo de las apariencias, y esta apariencia en el momento en que somos afectados por ella se convierte en representación, en experiencia; y esta experiencia se presenta como el misterio de un espacio y un tiempo en el hombre, enigma de nuestro propio captar el mundo y de nuestro propio ser.
           
El artista Daniel Joseph Martinez trabaja con el cuerpo como el enigma o agente que capta las formas de la experiencia, así se encarga de mostrar la decadencia de la sociedad contemporánea, inmerso en un ambiente completamente neoliberal y guiado por el mercado, aludiendo a la transferencia de estructuras cognitivas por parte de los humanos hacia las máquinas, siendo este último punto su propio captar el mundo desde su propio ser.

Después de las diferentes respuestas de Kant, Hegel se encarga de aterrizarlas más sobre la comprensión del alma en un ser vivo: mostrar el ser, en su totalidad, como realidad y creación del espíritu; en cada hombre existe la luz y la vida, él se enciende con su propia materia ígnea y su llama le pertenece, entiéndase como luz el alma como la identidad de lo interno con lo externo. Así el hombre no es más que el principio en que la razón del mundo llega a su autoconciencia plena y, con ello, a su consumación; es decir, el ser es idéntico a una cosa determinada, y el ser se entiende a través del otro y en función de su implicación en el todo.

Yasumasa Morimura, artista japonés, trabaja bajo el concepto de identidad como base dualista entre Oriente/Occidente, femenino/masculino, propio/ajeno, para denunciar el desequilibro por parte de la globalización y la imposición cultural de occidente; su modo de producción es a partir de la apropiación de imágenes clásicas del arte occidental, recreándolas y darles una nueva significación, Morimura cosifica la imagen del mismo modo que Occidente cosifica lo ajeno a su identidad. De este modo es como Morimura recrea imágenes a partir de un principio de razonar el mundo Oriental/Occidental para llegar a una autoconciencia plena de identidad de lo interno con lo externo de su entorno político, social y económico; con este proceso creativo se muestra que la razón del mundo se debe a su paso a través de la historia.

En este paso de la historia Marx dice que el hombre de su tiempo no es una imagen del mundo sino una imagen de la sociedad y hay que ubicarlo dentro de una realidad sensible, ya que el hombre es un ser de la naturaleza, de necesidades y deseos; es decir que el hombre que persigue la renovación de la vida social participará en la solución del destino de su sociedad si no contradice a su experiencia de la vida. Esta experiencia de vida, no es más que el momento en que el hombre ha afrontado que ha perdido ante otros hombres (la burguesía): los solitarios y los pobres son abandonados al frío, en tanto que los perversos y los brutales disfrutan de todo el calor que puede ofrecer el poder; es por eso que Marx cree que cuando la sociedad reclama algo al mundo, reclama la existencia del hombre, pues el mundo del hombre es la sociedad.

Las acciones corporales de Chris Burden son basadas en los conceptos de riesgo con el fin de cuestionar las prohibiciones colectivas e individuales; la praxis artística sólo tiene sentido si se involucra totalmente en un proceso transformador de la sociedad. El cuerpo de Burden representa una imagen de la sociedad de los setenta; si bien no presenta un camino de reforma social, si generará una reacción, por parte del espectador, en busca de la solución del destino social en relación a al experiencia vivida tras la acción corporal.

Una de las teorías más representativas de la época contemporánea, en relación al hombre como la medida de todas las cosas, ha sido una propuesta por Nietzsche a finales del siglo XIX; en la cual coloca en el centro del estudio del mundo al hombre como ser problemático, el hombre es el animal no fijado todavía, es decir que no es una especie determinada ni acabada sino algo en devenir. En “La voluntad de poderío” Nietzsche expone que el hombre es un embrión del hombre del porvenir, el cual no tiene asegurado su nacimiento como hombre futuro; el hombre actual, en transición, es algo blando y plástico con el que se puede hacer de él lo que se quiera.

El cuerpo de Orlan es un objeto en cuanto que ella lo llama su obra; es un trabajo de autorretrato en el sentido clásico pero con los medios tecnológicos disponibles en la actualidad y oscila entre la desfiguración y la refiguración. El cuerpo se convierte así en un “readymade modificado”, pues ya no es este readymade ideal que sólo hay que firmar. Nos encontramos pues, que el cuerpo de Orlan no es un cuerpo acabado sino un cuerpo que siempre está en devenir, pues su cuerpo no se reduce a un fin sino que está en desarrollo; el cuerpo va madurando hacia la nueva figura, se va desprendiendo de una partícula tras otra de la estructura de su mundo anterior; cuando el resultado se percibe como lo que en verdad es, como la negación de su anterior ser, hace surgir instantáneamente una nueva forma. 

Heidegger plantea el problema de la existencia real, o bien el hombre real en cuanto a su propio ser; la existencia real sólo puede ser aprehendida en conexión con la naturaleza, es el modo de cómo el hombre mira a su fin. También hace referencia a un hombre que no puede hacerse enteramente hombre mediante su relación consigo mismo sino gracias a su relación con otro; lo primordial en la existencia del hombre con el hombre es la relación, donde se inclina a ayudar al otro; si el hombre es incapaz de relacionarse con su otro igual, se encuentra como un hombre con existencia auténtica la cual significa el fin de la vida, el hombre que ya no puede vivir con el hombre se encuentra en un simulacro de la vida.

El artista Stelarc basa su trabajo en el desarrollo de él como hombre y máquina, parte del uso de la biotecnología como herramienta para el cambio de las partes de su cuerpo para mejorar su funcionamiento y estrechar la relación entre hombre y máquina llevando las capacidades del hombre al límite, todas sus modificaciones son para alcanzar un ser perfecto; su proceso creativo es a partir de la máquina, el movimiento y la medicina, es en este tipo de procesos creativos en el que se demuestra que el hombre por sí solo no puede ser hombre, que siempre necesitará de alguien más, y de otros medios, para crear experiencias de vida.

En este primer intento por definir que es el hombre a partir del cuerpo, no he desarrollado por completo a los diferentes filósofos ni sus diferentes teorías sobre el cuerpo y el hombre puesto que no pretendo hacer un recuento de la historia de la antropología filosófica, sino más bien retomar algunos puntos de ciertos filósofos que han visto al hombre como motor del mundo. A cada punto tratado le he aplicado ejemplos del arte corporal contemporáneo, cada artista con el que ejemplifico utiliza diferentes estrategias conceptuales, pero todos utilizan el cuerpo como único medio. Podemos observar en dichos artistas, procesos en los cuales las personas entran en relación con el cuerpo ajeno, asimilándolo en el propio, para caer en cuenta de que el cuerpo en la sociedad actual es un objeto por el hecho de ser producido, consumido y personalizado: es el hombre el que garantiza, en la medida de sus necesidades, su coexistencia en un contexto funcional.

Así pues la pregunta: ¿es el hombre la medida de todas las cosas?


Benjamín Martínez Castañeda
Mayo 2012
BIBLIOGRAFÍA

BUBER, Martín, ¿Qué es el hombre?, FCE, 1967
GUASCH, Ana María, Arte último del siglo XX, Alianza, 2002
XIRAU, Ramón, Introducción a la historia de la filosofía, UNAM, 2000